LA DULCE PANELA Y EL PAPELÓN

El papelón llegó a las mesas de los venezolanos durante la época colonial, cuando se inició en América Latina el cultivo de la caña de azúcar. Posteriormente se comenzaron a instalar molinos para producir la famosa panela, raspadura o piloncillo, que era el endulzante de los campesinos y personas de la clase media. Su ingrediente es el jugo de caña cocido a temperaturas muy altas, de manera que cuando espesa se pueden formar rectángulos, formas esféricas o conos. Además de endulzar, es muy nutritivo ya que contiene sacarosa, glucosa, fructosa, proteínas, minerales (como calcio, hierro, cobre y fósforo) y vitaminas como el ácido ascórbico y complejo B. Otros beneficios se han reportado en el tratamiento de la anemia, úlceras varicosas, sinusitis y hasta para combatir las caries.
El papelón con sus variantes y distintos nombres se produce en otros países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Filipinas, Guatemala, India, México, Pakistán, Panamá y Perú.

El “azúcar integral”

Por no ser refinado y poseer una menor cantidad de calorías está considerado como “el azúcar integral”. En Venezuela es uno de los ingredientes de mayor relevancia en la cocina y su uso es parte de la cotidianidad. Con él se prepara el tradicional papelón con limón, esa refrescante bebida que se consigue en cada rincón del país, y también se utiliza para endulzar el café.
En la cocina es uno de los ingredientes indispensables en el dulce de lechosa (postre insigne) y juega un papel fundamental en los golfeados, besitos de coco, catalinas y asado negro. Es el responsable de dar ese color tan característico que va desde el dorado claro, pasando por marrón tostado, hasta el negro. Los conocedores del también llamado “oro líquido” consideran que el mejor papelón que se puede comprar es aquel que posee un color más claro, ya que es el menos procesado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario